Fecha: 29.07.17, sábado.
Ubicación: SP., Sp., Brasil
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EVANGELIO SEGUNDO MATEO, 13, 44-52
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"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:" El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en el campo, un hombre lo encuentra y lo mantiene escondido. Lleno de alegría, él va, vende todos sus bienes y compra aquel campo.
El Reino de los Cielos es también como un comprador que busca perlas preciosas. Cuando encuentra una perla de gran valor, él va, vende todos sus bienes y compra aquella perla.
El Reino de los Cielos es todavía como una red lanzada al mar y que atrapa a los peces de todo tipo. Cuando está llena, los pescadores tiran de la red a la playa, se sientan y recogen los peces buenos en cestos y tiran fuera a los que no prestan.
Así sucederá al final de los tiempos: los ángeles vendrán para separar a los malos de los que son justos, y echarán a los malos en el horno de fuego. Y allí habrá llanto y crujir de dientes.
¿Comprendiste todo esto? "Ellos respondieron:" Sí.
Entonces Jesús añadió: "Así pues, todo el maestro de la Ley, que se convierte en discípulo del Reino de los Cielos, es como un padre de familia que quita de su tesoro cosas nuevas y viejas.
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REFLEXIÓN A. BIGCUORE: Jesús, el mayor pedagogo que el mundo ha visto, usa de parábolas para explicar a sus discípulos el Reino de Dios, en el presente caso.
La gran comparación es con el comprador de perlas que, una vez encontrada, vende todo y compra, pues sabe de su inmenso valor.
En el tiempo de Jesús, la gente tenía el hábito de enterrar dinero y tesoros. Hay muchas guerras y era la forma que la gente tenía para mantener su patrimonio.
La gran perla aquí, el Maestro se refiere al Reino de los Cielos. Como sabemos la FE es un PROCESO. Cada día, vamos descubriendo el gran tesoro que es el mensaje de Jesús, para la salvación de toda la humanidad.
Cuando niño, nuestros padres y nuestros catequistas, enseñan el mensaje de una forma bien pedagógica para que los niños puedan entender.
Cuando es adulto, nuestra fe alcanza, también, la madurez o, por lo menos debe alcanzarla.
Comenzamos a escuchar, leer, meditar la Palabra de Dios contenida en las Sagradas Escrituras. Paulatinamente vamos evolucionando, sobre todo, por la vivencia sacramental, principalmente el sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía.
¡Así que vamos teniendo encuentros con Jesús!
Hay también otras formas de encuentro con el Maestro. En visita, por ejemplo a hospitales, guarderías, asilos, vamos a encontrar a Jesús en esos lugares.
Principalmente por la práctica de la Caridad, llegamos a un grado mayor de INTIMIDAD CON DIOS! Cuanto más nos acercamos a Dios, más nuestra fe se va solidificando. No basta, ir a la Iglesia todos los domingos (en el caso de los cristianos católicos) o incluso de los llamados "evangélicos".
La fe sin obra es MUERTE, dice Santiago.
Nuestra fe debe estar insertada siempre dentro de la REALIDAD CONCRETA en que vivimos. Cuando nos encontramos, debemos dar el buen testimonio que Jesús nos enseñó. ¡Debemos ser cristianos, veinticuatro horas al día!
Es una misión difícil, pero NO imposible! Para ello necesitamos la savia eucarística que la Santa Iglesia nos ofrece todos los días, a la ocasión de las celebraciones eucarísticas.
¡El Reino, debe estar siempre en evolución hasta la consumación de los siglos!
Que desciende sobre ti y toda tu familia, la bendición del Dios que es Padre +, Hijo + y Espíritu Santo, amén!
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(*) Autor es Amigo del Bien y Divulgador del Evangelio de Jesucristo para todo el planeta. El acceso y divulgar su Blog Living Well Brasil - antonibigcuore.blogspot.com (auto-conocimiento, la espiritualidad y la vida sana).
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